"Una canción no cambia el mundo, pero hubo canciones que cambiaron mi mirada del mundo, y si uno es medio constructivista como soy yo, que cambie tu mirada cambia el mundo."
Indio Solari
La música es un medio poderoso: vía de transmisión de ideas,
de valores o ideales, de intereses estéticos y muchas veces voz de
preocupaciones colectivas. Desde siempre ha encontrado diversas maneras de
llegar a la gente, ya sea a través de la radio, de un CD, un archivo MP3 o un
longplay; pero actualmente, en una época en que las maneras de difundir
contenidos se han ampliado, la música también lo hace y pasa a ser más que una
canción: es también el video de esa canción, una foto que sacó alguien que fue
a ver a esa banda o un comentario sobre el toque. La experiencia ya no pasa
solamente por el sonido, ahora se propaga por medio de diversas plataformas
mediáticas, generando, como dice Henry Jenkins en su libro Cultura de la convergencia, un
flujo de información que se articula y genera una experiencia nueva y
diferente.
Vemos la música como una instancia para el intercambio, para
dar y recibir, un hecho artístico que se produce por y para la gente y que por
eso siempre aspira a llegar a la mayor cantidad de personas posibles, con el
fin de compartir más y más intensamente; la existencia de tantas tecnologías
para la distribución de contenidos viene a ayudar, a darle un impulso a estos
intentos de que la música llegue más lejos. El uso de estas distintas plataformas
es, en estos tiempos, el boca a boca de años atrás: uno puede enterarse de algo
porque en su inicio de Facebook apareció un video compartido por un amigo o
conocido, o leer un tweet que a su vez redireccione hacia una entrada de un blog
en la que hablan de una banda, o quizás ver una foto increíble en Instagram y
compartirla en otra red social, haciendo que muchas más personas la puedan ver.
fuente: http://www.rafalopes.com.br/blog/gotas-e-suas-formas/
De esta manera, una banda puede estar presente en distintas
plataformas en las que participan personas muy diversas que, a su vez, son
activas en otras redes y pueden compartir y generar contenidos. Las experiencias
se amplían, los contenidos musicales se pueden adaptar a las distintas
plataformas mediáticas, y las chances de que una persona se entere de que hay, por
ejemplo, un toque, una banda nueva o un lugar que propone algo diferente e
interesante, son más grandes.
Nosotras, desde este blog, somos generadoras de contenido,
pero además somos usuarias y como tales actuamos: compartimos contenidos,
ponemos “me gusta” o retwitteamos algo que nos interesó; nos valemos de la
posibilidad de cambiar de roles que nos brinda esta manera de comunicar, siempre
con la intención de llegar a un único fin: que la temática que cubrimos se
extienda y se difunda, y que las bandas emergentes estén en la boca y en los
oídos de más personas. El papel de los consumidores, de los usuarios, cambió y
ya no se limita a quedarse en un lugar pasivo y de simple observación; por el
contrario, los usuarios participan e inciden, fomentan determinadas cosas,
comparten, generan y adaptan contenidos. Nosotras formamos parte de esto, y
pretendemos que la información que generamos fluya a través de las distintas
plataformas, que la tomen y la compartan, que esta cultura participativa de la
que formamos parte intervenga e interactúe con lo que estamos haciendo.